Nos hemos enterado, hace escasas horas, del fallecimiento de la incansable luchadora Mª Luz Arregui, a quien tuvimos la enorme suerte de conocer (al igual que a varios de sus familiares) en el acto de la inhumación digna de los restos de su padre, José Arregui, maestro fusilado.
En esta ocasión, y tras la oportuna consulta con su autora, hacemos nuestras las palabras de despedida que su amiga, Ana Mª Calahorra, le dedica.
"IN MEMORIAM" de mi amiga M. LUZ ARREGUI VICENT hija de un maestro ( Jose Enrique Crisanto Arregui Vicent) encontrado en la fosa de Murillo de Gállego......
Cuando pienso en M. Luz vienen a mi cabeza dos palabras, dignidad y respeto.
M.Luz era una niña de la guerra con todo el sufrimiento que eso conlleva, pero ella no inspiraba lástima, inspiraba respeto. Respeto, valentía, superación y fuerza para seguir adelante en la vida, fue una gran luchadora.
Su vibración personal era enorme, irradiaba cariño y mucho amor, con una chispa de alegría de vivir, peculiar y tan solo suya.
Con que lucidez te expresabas, tu mente y tu corazón estaban acompasados al unísono y te era fácil en tu oratoria, encontrar la palabra precisa para el momento preciso, y nosotros escuchábamos tu voz inteligente e inolvidable.
Tu dignidad era muy alta, tan alta como esa columna vertebral que rápidamente identificaste como la de tu padre en una fosa. Una columna vertebral que siempre notaste a faltar en tu vida y que al tener en tus manos quisiste llevarla junto a esos otros huesos maternales, como queriendo hacerlos uno, huesos enamorados, como queriendo recuperar y agradecer ese amor que un día te dió la vida.
Tus ojos ahora ya no tienen límites de visión, ven hasta el infinito. Ya no llevas a cuestas esa pesada mochila, que me decías no querer traspasar a tus hijos. Fuiste feliz al encontrar los restos de tu padre, luchaste mucho por ello.
Ahora esa mochila la has cambiado por unas alas para tu alma en libertad, que ahora se posa como una bella mariposa sobre las almas de tus seres queridos que allí habrás encontrado, tus padres, y tu marido con el que fuiste tan feliz. También sobre las personas que nos quedamos aquí y que tu querías, tus hijos a los que adorabas, tu nieto, tu familia, amigos y conocidos.
Hasta siempre Mari Luz.
Katiuska Mari Luz Arregui Vicent, hija de maestros, pero también maestra para todos nosotros por tu ejemplo de vida.
Me quedo con tus consejos y con todo el cariño que me diste.
Te recordaremos mucho y la Memoria con mayúsculas que siempre va de la mano de la Justicia también lo hará
D. E. P
Tu amiga Ana Calahorra
Cuando pienso en M. Luz vienen a mi cabeza dos palabras, dignidad y respeto.
M.Luz era una niña de la guerra con todo el sufrimiento que eso conlleva, pero ella no inspiraba lástima, inspiraba respeto. Respeto, valentía, superación y fuerza para seguir adelante en la vida, fue una gran luchadora.
Su vibración personal era enorme, irradiaba cariño y mucho amor, con una chispa de alegría de vivir, peculiar y tan solo suya.
Con que lucidez te expresabas, tu mente y tu corazón estaban acompasados al unísono y te era fácil en tu oratoria, encontrar la palabra precisa para el momento preciso, y nosotros escuchábamos tu voz inteligente e inolvidable.
Tu dignidad era muy alta, tan alta como esa columna vertebral que rápidamente identificaste como la de tu padre en una fosa. Una columna vertebral que siempre notaste a faltar en tu vida y que al tener en tus manos quisiste llevarla junto a esos otros huesos maternales, como queriendo hacerlos uno, huesos enamorados, como queriendo recuperar y agradecer ese amor que un día te dió la vida.
Tus ojos ahora ya no tienen límites de visión, ven hasta el infinito. Ya no llevas a cuestas esa pesada mochila, que me decías no querer traspasar a tus hijos. Fuiste feliz al encontrar los restos de tu padre, luchaste mucho por ello.
Ahora esa mochila la has cambiado por unas alas para tu alma en libertad, que ahora se posa como una bella mariposa sobre las almas de tus seres queridos que allí habrás encontrado, tus padres, y tu marido con el que fuiste tan feliz. También sobre las personas que nos quedamos aquí y que tu querías, tus hijos a los que adorabas, tu nieto, tu familia, amigos y conocidos.
Hasta siempre Mari Luz.
Katiuska Mari Luz Arregui Vicent, hija de maestros, pero también maestra para todos nosotros por tu ejemplo de vida.
Me quedo con tus consejos y con todo el cariño que me diste.
Te recordaremos mucho y la Memoria con mayúsculas que siempre va de la mano de la Justicia también lo hará
D. E. P
Tu amiga Ana Calahorra
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